Resolución final de la I Conferencia de la Amazonia del PSOL, reunida los días 19, 20 y 21 de mayo del año 2023, en Belém, Pará.
El sentido de la Conferencia de la Amazonia
Es llegado el momento de reforestar mentes. La madre tierra urge que actuemos inmediatamente. No hay planeta B ni socialismo en tierra arrasada. El Capitalismo es un sistema que opera bajo el opuesto de la lógica de la reciprocidad: extrae siempre mucho más de lo que devuelve y penaliza a quienes menos contribuyen con el colapso planetario. Este proceso de agotamiento está jugando la Amazonia – y toda la humanidad – al punto de no retorno. Para recuperar este daño será preciso crear un sistema fundamentado en reciprocidad entre humanos y naturaleza, como defienden las cosmovisiones indígenas: ¡nuestro futuro es ancestral!
Después del terrible desmonte socioambiental promovido por el gobierno de extrema-derecha de Jair Bolsonaro, la elección de Lula fue avance notorio y significa una ventana de oportunidad para que los pueblos de la Amazonia puedan avanzar en sus derechos. La Amazonia es un territorio estratégico para garantizar condiciones de perpetuación de la vida, ahora y en el futuro, subsidiando no sólo sobrevivencia, sino perspectivas de una vida plena y emancipadora. Cualquiera formulación estratégica sobre el futuro de Brasil y del mundo no solo debe incluir a la región amazónica sino garantizar que sus pueblos sean protagonistas en los procesos de formulación y toma de decisiones sobre este territorio, bajo el riesgo de incurrir en serios equívocos.
Amazonizar el planeta
En el debate que proponemos, la Amazonia no se reduce a un ecosistema: ella es multiplicidad de dinámicas y territorios y esto es fundamental para recolocar las formas sociales e históricas de vida en el debate sobre el futuro del planeta y entender que este debate no se reduce a un balance en la relación entre carbono y oxígeno, sino comprende a la diversidad de las formas de vida y sus relaciones.
Amazonizar es reconocer Brasil como un país compuesto por muchos pueblos y territorios; es considerar las tradiciones culturales de los pueblos originarios y vivientes en la Amazonía como un precioso legado; es asumir nuestra condición pan-amazónica, hermanados con los pueblos de ocho países con quien compartimos el gran bosque; es proclamar en alto y bueno sonido que la Naturaleza tiene derechos; es luchar por la soberanía alimentaria, considerando el alimento como una forma de cultura y resistencia; es entender que la Amazonia y sus pueblos necesitan estar en el centro de los debates políticos; es superar la mitificacion en relacion a un territorio que es mucho más que bosques, ríos y biodiversidad – también son sus 25 millones de brasileños y brasileñas que viven en grandes ciudades, en su mayoría pobres.
Amazonizar es luchar por formas democráticas y sostenibles de producción y consumo que rompan con la lógica del agronegocio; es entender que la tierra pertenece a los pueblos, que no puede ser sometida a la lógica privada; es construir la transición agroecológica para respetar todas las formas de vida y superar las ilusiones en torno de la “revolución verde” que llevan al envenenamiento del planeta; es realizar una transición energética justa, con centralidad y protagonismo de los pueblos en la construcción de alternativas populares y comunitarias, priorizando las fuentes renovables, de bajo carbono, con distribución de la riqueza y soberanía; es, por fin, el compromiso de luchar por un mundo donde todas las personas puedan vivir con igualdad y en relaciones saludables y sostenibles entre sí y con los demás seres vivos del planeta.
¡La solución para la crisis ecosistemica no vendrá de la bolsa de valores!
Por estas razones, el discurso hegemónico sobre los cambios climáticos y las soluciones propuestas por el capitalismo verde solo amplían el problema. Lo que el capitalismo verde propone no es un freno ético, sino un punto de retorno del proyecto del capitalismo moderno; apuesta que el mercado podrá encontrar soluciones que posibiliten tener en la preservación una fuente de riqueza mayor que la destrucción, ocultando que esto pasa por la ampliación de la financiarización de la naturaleza, del control oligopolístico sobre los recursos naturales, por la concentración latifundiaria de la tierra, el fortalecimiento del agronegocio como monocultivo, a ejemplo de MATOPIBA, y una transición que incluye apenas una minoría.
En el neoextractivismo el diálogo es consentido cuando está basado en la subalternidad. La exploración ocurre bajo las luces de falsos “buenos ejemplos”, colocados en el mundo como posibilidad de salvaguardar los intereses generales del planeta, como en el caso del mercado verde de oleaginosas, del algodón, del cacao o de los agrocombustibles, sin revelar, sin embargo, que son falsas soluciones y promueven saque, robo, violencia, silenciamiento y muerte de indígenas, quilombolas, ribereños, campesinos y de las poblaciones urbanas periféricas.
La investidura financiera con falsas soluciones climáticas es una tentativa de abrir una nueva frente de acumulación, creando mercados de “compensación”, como el basado en el carbono, que puede tener sus créditos negociados en bolsas de valores. Incluso los servicios ambientales son mercantilizados, promoviendo una lógica que no compensa los actuales modelos y estándares de producción.
Vamos amazonizar el PSOL y la izquierda brasileña
El PSOL es el partido que en la institucionalidad y en las calles, junto a los movimientos sociales, lucha por la justicia socioambiental sin ilusiones con las alternativas pautadas por el sistema capitalista. La transición necesaria para el enfrentamiento de la suma de todas las crisis – ecológica, sanitaria, económica y civilizatoria – es basada en alternativas sistémicas; en la lucha por la eliminación de los sistemas de opresión de clase, género, raza y sexualidad que sustentan el capitalismo y por el fin de la naturalización de la transformación de seres vivos y de la naturaleza en mercancías. Luchamos por la demarcación y defensa de los territorios, por reforma agraria, soberanía alimentaria, promoción y defensa de los territorios amazónicos y sus pueblos. Del mismo modo, el partido está comprometido con la lucha por un nuevo modelo amazónico de ciudades que garantice el buen vivir de las poblaciones.
Es nuestra responsabilidad evitar el colapso y sumarnos a los pueblos tradicionales que siempre establecieron una relación sostenible con la naturaleza, aunque sean blancos de los que la oprimen con su lógica de dominación y explotación sobre todo que existe. Como afirman nuestros liderazgos indígenas, “el futuro es ancestral”. Luchamos, por lo tanto, por la adopción de mecanismos de reparación a los países más pobres, que fueron y son sometidos a saqueos y destrucción históricamente, y que garantice los derechos de los pueblos, la soberanía popular sobre los territorios y la transición agroecológica.
¡Es en el PSOL que las luchas se encuentran!
El PSOL es herramienta de las luchas de los pueblos de los bosques, de los pueblos originarios, de los pueblos de las aguas, de quilombolas y poblaciones tradicionales. Tenemos experiencias de gestión direccionadas a los intereses de las mayorías sociales, como sucede en Belém, bajo la gestión del alcalde Edmilson Rodrigues. En la Camara de Diputados, ademas de la bancada del cocar, nuestros y nuestras parlamentarias son expresión del compromiso del partido con la lucha de las periferias urbanas, de las negras y negros, mujeres, personas LGBTQIA+ y la juventud.
Sin embargo, en nuestra bancada no hay representantes de los estados amazónicos. Esto es un fuerte indicativo de que es preciso ir más lejos. Necesitamos también avanzar en nuestra contribución a la resistencia practicada en todas las “Amazonías”: la urbana, la campesina, la ribereña, la indígena, la quilombola. Esto significa que debemos sumergir en estas luchas, aprender con la resistencia de los pueblos, aumentar nuestra capacidad de formulación y contribución concreta, de modo que el PSOL se torne realmente un partido de los pueblos de la Amazonia.
Un programa para la Amazonia que queremos
Necesitamos un programa amazónico que combata el racismo ambiental, que permita que seamos garantizadores de la existencia humana en el embate contra los cambios climáticos y que nuestros pueblos tengan sus derechos territoriales y humanos atendidos, como sujetos colectivos que buscan justicia socioambiental. Precisamos rescatar la ancestralidad de los pueblos y territorios tradicionales, valorar la diversidad y pensar los diferentes roles de los sujetos, en sus diferentes maneras de ser y estar en el mundo, como sujetos individuales y colectivos. Nuestro partido debe tener como centro la búsqueda de alternativas socioeconómicas concretas para combatir el hambre, la desigualdad social, la violencia urbana, la concentración de renta y riqueza.
Como síntesis inicial de esta Conferencia, proponemos:
- Defender y construir la transición justa, ecosocialista y popular, con responsabilización de los países ricos, rumbo a una sociedad del buenvivir;
- Desarrollar plan partidario de enraizamiento y crecimiento del PSOL en los estados amazónicos;
- Promover la formulación de programas electorales y subsidios a parlamentarios del PSOL para vocalizar y defender las síntesis de esta Conferencia;
- Desarrollar estrategias de comunicación y movilización de masa alrededor del programa socioambiental aquí expresado;
- Luchar por la constitucionalización de la naturaleza como sujeta de derechos;
- Luchar por la demarcación, titulación, homologación, defensa y desintrusion de los territorios indígenas, quilombolas y tradicionales y asegurar el respecto a la consulta libre, previa, informada y de buena fe, como estipulada en la Convención 169 de la OIT;
- Actuar por la protección de defensoras y defensores de los derechos humanos, de la naturaleza y de los pueblos, denunciando amenazas y exterminios;
- Actuar contra el Marco Temporal y Proyectos de Ley que atenten contra la integridad y la posibilidad de demarcación de nuevos territorios.
- Defender los principios de autonomía pluriétnica de las naciones indígenas;
- Actuar contra las iniciativas imperialistas y tentativas de injerencia corporativa en el territorio amazónico, alienación de territorios y cesión de nuestra soberanía como en el caso de la Base Espacial de Alcántara;
- Defender el fin de la deforestación, el fortalecimiento de los mecanismos de fiscalización y control ambiental, la defensa de los parques y unidades de conservación, bien como territorios indígenas y tradicionales, para impedir el punto de no retorno del ecosistema amazónico;
- Luchar contra grandes proyectos de infraestructura logística y extractiva que violan territorios y derechos, como la Ferrograo y nuevas represas;
- Denunciar falsas soluciones verdes e iniciativas de financiarización de la naturaleza;
- Movilizar permanentemente por el fin del garimpo ilegal, reivindicando la ampliación rígida del Plan Nacional de Minería 2030;
- Proponer políticas que asocien la protección ambiental al desarrollo de actividades económicas que tengan el objetivo de proteger y fortalecer las comunidades locales y defender alternativas que promuevan el potencial de generación de empleo y renta de la población amazónica, buscando agregar valor a actividades tradicionales e industriales manejadas por los pueblos de la Amazonia y desinvertir del agronegocio predatorio;
- Combatir el hambre, promoviendo la soberanía alimentaria y seguridad nutricional, defendiendo el modelo agroecológico y mayor financiación para la agricultura familiar, en oposición al monocultivo agroexportador y uso extensivo de agrotóxicos, apoyando la federalización de la Ley Ze Maria del Tome (Ley 16820/19 de Ceará), que prohíbe la fumigación aérea de veneno en plantaciones;
- Implantar un programa agrícola e hídrico que valore la soberanía popular y alimentaria, la producción de alimentos saludables y la ancestralidad de los pueblos, territorios y territorialidades;
- Promover modelos de seguridad comunitarios y combatir el encarcelamiento en masa y la militarización de la vida en la Amazonia y territorios fronterizos;
- Combatir la concentración privada de la tierra, dándole transparencia al dominio y a la cadena patrimonial, rescatando las tierras públicas apropiadas indebidamente y destinándolas a la reforma agraria y a los usos colectivos;
- Actuar contra proyectos de reducción de la zona de la Amazonia legal, como el PL 337/2022;
- Actuar contra los grandes emprendimientos hidroeléctricos, luchando por la implantación de una política energética que concilie el bajo carbono con la soberanía popular, la producción cooperada y la distribución socialmente justa de la riqueza, superando en medio plazo las grandes represas, el uso de hidrocarburos y las experiencias de agrocombustibles, reivindicando la memoria y la reparación histórica de los afectados.
- Construir movilizaciones y articulaciones junto a los movimientos sociales en contexto de grandes conferencias internacionales, marcadamente la “Cumbre de los Pueblos” en paralelo a la COP 30;
- Apoyar las decisiones técnicas tomadas por el Ibama contra la prospección y la explotación de petróleo en la llamada Margen Ecuatorial brasileña;
- Luchar por el fin de la Ley Kandir y por la revisión de la distribución de las cuotas del ICMS para los municipios, acabando con el actual sistema que perjudica las poblaciones amazónicas;
- Defender el SUS e iniciativas en el área de salud en consonancia con las especificidades del contexto amazónico;
- Defender la implementación de política de educación pluriétnica, ecopedagogica y socioambiental en los estados y municipios de todo el país;
- Actuar por la promoción de modales de transporte populares y seguros que atiendan las especificidades de la Amazonia;
- Promover y construir modelos de planeamiento urbano que aseguren el derecho a la ciudad y el buen vivir urbano y que garanticen la adaptación a los eventos climáticos extremos;
- Luchar contra todas las tentativas de criminalización de los movimientos sociales, en especial la CPI del MST;
- Denunciar y combatir las varias formas de exterminio de los amazonidas, víctimas del crimen organizado y del narcotráfico, de las inundaciones, de las enfermedades ignoradas y de la explotación de sus cuerpos y de la miseria.
¡Ahora es tiempo de construir un PSOL amazónico, ecosocialista y libertario!